miércoles, 26 de diciembre de 2012

Necesidades de financiación del Estado (PDE) en 2012

Las necesidades de financiación de la Administración Central según el último dato acumulado de noviembre ha ascendido a 45.910 millones de euros, lo que supone  un 4,37% del PIB. Los ingresos no financieros han  sido de 143.222 millones de euros, mientras que los ingresos no financieros han registrado una cifra de 97.312 millones de euros. Respecto al mismo mes de año pasado, las necesidades de financiación del estado ha disminuido un 11,4%, suponiendo una mejora importante en la senda de consolidación presupuestaria. Quizás lo más importante a destacar dentro de las partidas de ingresos, es el descenso del 21,4% en impuestos y cotizaciones sociales, pasando de 83.431 millones de euros en 2011, a 65.544 millones de euros en este año. En el caso del IVA, el descenso es significativo pasando de 20.456 millones de euros durante el año pasado, a 8.465 millones del presente (-58,6%). En gran parte, esta disminución de ingresos se ha visto compensado por la  partida de transferencias recibidas del resto de administraciones públicas, que han pasado de 7.504 millones de euros en el 2011 a 27.541 millones del año en curso.

Fuente: Ministerio de Hacienda y AAPP
Por el lado de los empleos no financieros de recursos hay que indicar tres aspectos: en primer lugar, el descenso en el consumo de bienes intermedios (-15,2%), desde los 4.874 millones a los 4.134 millones de euros. Por otro lado, el aumento de los intereses de la deuda desde los 19.814 millones a los 22.839 millones de euros. Y finalmente, el descenso importante de las partidas relacionadas con inversiones en capital.

Fuente: Ministerio de Hacienda y AAPP

Las medidas fiscales puestas en marcha durante el 2012 tanto en la vertiente de ingresos -subida del IVA, tasas sanitarias y subidas de otros impuestos-, como en la vertiente de gastos corrientes -ajustes en la remuneración de los funcionarios, descenso en inversiones de capital y reducción en las partidas sanitarias, entre otras- han colocado en la senda de la consolidación presupuestaria requerida por los socios comunitarios, en la medida que es el camino para la obtención del apoyo solicitado. Mirando el deterioro significativo del saldo primario del presupuesto de las administraciones públicas que en el caso del Estado pasó de un superhávit de 26.397 millones de euros en 2007 a un déficit de 23.071 en 2012, los ajustes fiscales eran necesarios e improrrogable toda vez que los inversores en deuda ven que el deterioro de la actividad hace que la deuda privada descienda muy lentamente, y que se incremente de forma preocupante la morosidad -conectada finalmente con la deuda pública-. Si a ello sumamos que el presupuesto público se deteriora de manera vertiginosa, la capacidad de hacer frente a la deuda total del país se vuelve preocupantemente insostenible si no se toman medidas para paliar el agujero en las finanzas públicas.

Fuente: Ministerio de Hacienda y AAPP

Entre 2008 y 2012, las necesidades de financiación de la Administración Central del Estado ha ascendido a 261.337 millones de euros, una cifra que supone más del 26% del PIB en solo cinco años. La intensidad en el deterioro del déficit presupuestario es alarmante, ya que el ritmo es claramente insostenible en el medio y largo plazo, por lo que las medidas adoptadas de aumento de ingresos fiscales, reducción de gasto corriente y reformas estructurales han tenido que ponerse en marcha en un plazo de tiempo demasiado corto para poder ser asimilada sin un alto impacto social. Es evidente que los ajustes del gasto público y las reformas estructurales en el mercado laboral y financiero del país están causado un debate económico e ideológico en cuanto a las figuras impositivas que se han utilizado, y las partidas de gasto en que se han materializado los ajustes, los cuáles han provocado una disminución considerable de la calidad de vida de ciertos sectores de la población, pero es incuestionable que la deriva deficitaria del presupuesto público era claramente insostenible teniendo en cuenta la variable demográfica.